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miércoles, 29 de octubre de 2014

¿QUÉ ES EL ALCOHOLISMO?





El alcoholismo es una enfermedad crónica y progresiva que deriva de la ingestión excesiva y no controlada de alcohol. Poco a poco, el alcohol se convierte en una droga para la persona que bebe, que sirve para cambiar el estado de ánimo, más que una bebida que se toma como parte de una costumbre social. En un principio, la persona muestra mucha tolerancia al alcohol, en algunas ocasiones parece que no le afectara, pero luego el bebedor empieza a tomar más de lo que su organismo soporta, y el embriagarse se vuelve lo más importante y algo normal, luego esto avanza con que la persona pierde el control sobre la bebida sin saber cuánto puede llegar a tomar. Es aquí donde el alcohol es ya una adicción y la persona siente que no puede dejar de beber.

En general, es importante tener en cuenta que ha habido un cambio considerable en las costumbres sociales que favorecen de alguna manera el consumo de alcohol, los jóvenes de hoy tienen una mayor independencia económica que les permite entrar en la sociedad de consumo. En definitiva, podríamos decir que tanto el alcohol como otras drogas, están en nuestra sociedad porque cumplen determinadas funciones, entre las que están: servir de elemento de integración para algunos jóvenes y de evasión para otros.

Esta situación se debe a una serie de factores, como violencia intrafamiliar, crisis de identidad, conformación de grupos, cuestionamiento de la autoridad, desarraigo de los padres y búsqueda de ideales, entre otros, los cuales conducen a actuar inadecuadamente, apropiándose de modelos que los perjudican, el alcohol es uno de ellos, sin darse cuenta que se están convirtiendo en un adicto.






EFECTOS DEL ALCOHOLISMO







La mayoría de los jóvenes han consumido alcohol por lo menos una vez en su vida y, quizás, haya tomado en más de una ocasión. Esto puede ser normal, pues el que un adolescente tome bebidas alcohólicas son caracteres típicos de su edad, al igual que lo son los conflictos generacionales, la confrontación de ideas y actitudes, pero cuando el joven lo hace con frecuencia y sin medida su vida se ve afectada en términos de desempeño y calidad, entonces el problema ya pasa a otra etapa.

Entre las principales consecuencias existen: falta de responsabilidad y de cumplir con labores diarias, se presenta problemas de retención y de juicio, inicio de pleitos frecuentes con amigos y discusiones constantemente, se presentan dificultades para conciliar el sueño, falta de apetito o come en exceso, especialmente alimentos dulces, problemas de falta de concentración, entre otros.


PREVENCION DEL ALCOHOLISMO



La lucha anti alcohólica consiste principalmente en educar a la gente contra el abuso del consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo en personas que están en la edad de inicio de desarrollo (14 a 15 años). En los últimos años, los responsables de Salud Pública de diversos países, han dado luz verde a distintas campañas sobre prevención del alcoholismo, con las que se ha pretendido por una parte, hacer énfasis en que es un problema real de salud pública, contra la idea de tolerancia y permisividad, que dicho sea de paso, no se da con otras sustancias tóxicas, y de por parte, informar respecto de la prevención de esta enfermedad, como el medio más eficaz para combatirla.


La detección temprana de un problema de alcoholismo es la clave para ofrecer al ayuda y evitar que se vea envuelto en una espiral de deterioro personal y familiar como consecuencia de una enfermedad crónica, progresiva y mortal, como es la adicción al alcohol . Es necesaria la ayuda de un especialista, detectar la existencia de una dependencia en sus inicios y con esto se puede ayudar a prevenir la progresividad de la enfermedad. En los jóvenes predomina un sentimiento de encontrarse perdido, de no encontrar el rumbo. Esta desorientación debida a los cambios que está experimentando tanto física como mental y emocionalmente, se agrava y se complica aún más cuando el joven desarrolla una adicción.



EL ALCOHOL EN EL MUNDO Y LATINOAMERICA


La Organización Mundial de la Salud (OMS), según un estudio publicado el 12 mayo del presente año refiere que Chile es el país donde se dan los índices más altos de ingesta per-cápita de alcohol, este estudio afirma que el consumo de bebidas alcohólicas anual per-cápita es de 9,6 litros, y si esto se hace más específico revela que los hombres chilenos consumen en promedio 13,9 litros per cápita anualmente, y las mujeres chilenas consumen 5.5 litros. Esto deja a Chile posicionado como el país más bebedor de la región.

A nivel mundial la ingesta de alcohol puro es de 6.2 litros per-cápita, esto fue descrito por Shakhar Saxena, director del departamento de salud mental y abuso de sustancias de la OMS, dejando a Europa como el continente con mayor consumo (10,9 litros per-cápita) y quedando en segundo lugar América Latina (8,9 litros per-cápita). Este estudio mide el alcohol puro ya que los niveles de alcohol etílico para una bebida en especial cambian según cada país.


El informe revela que este consumo excesivo provocó más de 3,3 millones fallecidos en el 2012, lo que equivale a un 6% de las muertes en  el mundo. Al dividirlo según sexos, en los hombres causó 7,6% de muertes en el año 2012, y en mujeres un 4% de muertes.











CONSUMO DE ALCOHOL EN MENORES DE EDAD

Independiente de que el consumo de alcohol se da de forma transversal en la sociedad, hay grupos de edad en los cuales es mucho más vulnerable, como la población en edad escolar. Esta es una edad de alto riesgo debido a que si sucede es porque generalmente el menor de edad se encuentra en un contexto o patrón de riesgo, el cual desencadena en el consumo de alcohol.

Se dice que el consumo intenso de alcohol es de más de 5 tragos en una ocasión, o en un período de tiempo determinado, este hábito se ve principalmente en la población joven lo que puede llevar a otras consecuencias como: conductas sexuales de riesgo, episodios de violencia, accidentes, y otros problemas que se presentan en la juventud. (Castroand et. al., 2012; Miller, Naimi, Breer & Jones, 2007).